- 20% de crecimiento del empleo en restaurante
- 70% de la mano de obra son mujeres
- 28% bajo el sector restaurantero en la pandemia
El aceite, la papa, la cebolla, y otros están por las nubes, muchos restaurantes se han adaptado para depender menos del aceite, utilizan otros recursos que no le peguen tanto al bolsillo de la gente”.
Pablo Reyna
Canicac
Tras un año de interminables aumentos a los precios de la canasta básica y de energéticos principales insumos para la industria restaurantera, los empresarios han tenido que recurrir a cambios en el menú, promociones y a los productos de temporada para soportar la inflación y no “espantar” a los comensales.
Pablo Reyna, presidente de la Canirac Tamaulipas, aseguró que los empresarios han tenido que hacer uso de la creatividad para modificar los menús y enfrentar el encarecimiento de los insumos, algunos incluso por encima del porcentaje de inflación, pese a estar contemplados en el pacto que impulsó el Presidente con el sector comercial.
“La ventaja que tiene restaurante es que podemos variar mucho el menú y podemos sacar muchas promociones por temporada, desafortunadamente ha habido productos que se han incrementado, sobre todos los en la canasta básica, a pesar de que hay un pacto en el que se supone que no debieron de subir más el 8.8%, hay algunos que subieron más el 10%”, aseguró.
Señaló que los restaurantes han tratado de alinearse al tema de productos de temporada, porque están con tendencia a la baja y eso le suma la creatividad y la innovación.
“El aceite, la papa, la cebolla, y otros están por las nubes, muchos restaurantes se han adaptado para depender menos del aceite, utilizan otros los recursos que no le peguen tanto al bolsillo de la gente, porque sabemos y estamos conscientes que la inflación está muy por encima de lo que fue el aumento salarial, y para enero creo que el ajuste va a ser aún más grande y eso viene de rebote en el sentido de que, si aumentan los salarios los precios van a aumentar”, apuntó.
El empresario restaurantero dijo que a pesar de que el pronóstico para el próximo año es que la inflación se sitúe en un 3.5%, “yo lo veo muy complicado, mientras la situación en Asia no se controle, si sigue la proyección de una crisis económica y una recesión, es muy difícil que se controle la inflación, en función de generar productos más bajos. La ventaja del sector restaurantero también es que es que va a haber posadas y eventos y nosotros estamos captando muchos eventos pequeños de 30 o 40 personas, ya no son los eventos grandes”.
Aseguró que las empresas no están contemplando gastar grandes sumas en fiestas de fin de año y la demanda podría concretarse en celebraciones más pequeñas y lejos quedaron las celebraciones en tiempos donde la economía mexicana creció impulsada por la de Estado Unidos.
“Nosotros en el mejor momento lo tuvimos en el periodo de Bill Clinton, cuando Estados Unidos creció casi al 4%, Ernesto Zedillo era el presidente de México y el país creció hasta en un millón de empleos anuales, eso generó un “boom” bastante interesante, ahorita las condiciones son completamente diferentes y son muchos frentes: el COVID, la guerra, la contracción económica, las políticas monetarias, y ahorita el objetivo del gobierno es controlar la inflación”, consideró.
Apuntó además que este diciembre se refleja otro fenómeno pues al intentar salir de los problemas que afectaron a la economía, la conjunción de ambos se refleja en un cierre complicado del año.
“Ahora no tenemos pandemia pero tenemos inflación y el fenómeno se va a combinar, hay que recordar que dependemos mucho del presupuesto en la industria, qué tanto están dispuestos a gastar, si va haber o no va a ver, la expectativa no es buena para el cierre de este año y para el próximo viene peor el crecimiento y mientras no tengamos inversión y no haya productividad, a pesar de que se está haciendo un esfuerzo grande del gobierno federal para tener una apertura de productos que antes tenían aranceles, aún no se logra satisfacer las necesidades del mercado”, afirmó.
El Presidente de la Canirac Tamaulipas aseguró que el pacto para controlar los precios contempla muy pocos productos, pues “son 24 productos de la canasta básica y muchas veces ni la misma gente de la clase media baja los consume, eso es uno de los errores más grandes porque ponen, por ejemplo, un aceite de 850 ml para una familia de cinco personas, no te rinde, buscas otro tipo de presentaciones como de 1 litro”.
“La gente hace los cálculos porque ya se volvió más analítica con lo que compra y con lo que necesita, la gente está haciendo muy observadora y tenemos que tener mucho cuidado con lo que estamos poniendo en el pacto, necesitamos saber cuáles son los productos que no deben aumentar, porque si tú vas a un centro comercial nadie te los identifica”.
Aseguró que a nivel nacional la recuperación del sector restaurantero sí se está reflejando en la recuperación de empleo.
“La Canirac nivel nacional trae, en el último reporte, un 20% de crecimiento del empleo, si la industria crece significa que también está creciendo la mano de obra, el 70% de nuestra mano de obra son mujeres y ese crecimiento sigue y se ve sostenible, para la industria restaurantera son números muy positivos, pero hay que tomar en cuenta que venimos de dos años de pandemia”.
Durante la pandemia, el sector restaurantero cayó un 28%, mientras que el promedio nacional de la contracción económica fue del 8.8%, el sector restaurantero tuvo una caída 3.5 veces más grande con respecto a otros giros.
Omar Reyes/ La Razón Tampico